Espíritu noble me sustente

Junto con un nuevo y limpio corazón David necesitaba un espíritu recto para continuar en la senda de la piedad. Esto expresa una humilde confianza sobre el Señor.

Un espíritu firme, firme para Dios, capaz de resistir al diablo, firme en la fe, y para permanecer de manera constante en el camino que es llamado santo.

“Un espíritu recto’ es necesario para poder mantener limpio un corazón que ha sido limpiado; y, por otra parte, por la limpieza del corazón, un hombre es liberado de las perturbaciones de los deseos rebeldes y en la debilidad de las influencias del pecado, lo cual su espíritu permanecerá recto.

 Para David  todo el punto de la purificación y restauración era para renovar su relación con Dios. David no quería un Dios que le purificara y que se mantuviera distante.

El alma que en verdad es penitente, no teme nada sino el pensamiento de ser rechazado de la ‘presencia,’ y desechado por el ‘Espíritu’ de Dios. Este es el efecto del pecado más deplorable e irremediable; pero es uno que en general, quizás, es el menos considerado y estimado de los demás.” 

En sus meses de pecado sin confesar, David se sintió en la miseria de derrota espiritual. Él de nuevo quería el gozo apropiado para la salvación, para aquellos que el Señor rescata.

 Y espíritu noble me sustente.

Esto expresa de nuevo la confianza de David en Dios para su futuro. Él no soñaba en sostenerse a sí mismo. Tal confianza propia es lo que típicamente conduce a cualquier hombre bueno hacia el pecado.

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